martes, 29 de noviembre de 2011

Crónica: Tiramisú entre Libros! (Liber Espacio)

Oh sí, ni siquiera un exámen dos días después iba a evitar que yo asistiese a estas jornadas supercalifragilisticaespialidosas que celebran que la Literatura Juvenil existe, que es un exponente fundamental en la literatura española y que está plagada de talento.


Y aunque ante todo fue un día entre colleagues como Daniel Ojeda (el único e inigualable), Loving Paris (la folklorica amante del tiramisú), Anabel Botella (que se estrenaba como autora en Madrid), Javier Ruescas (que debe tirar del giratiempo de Hermione para poder estar en todos los saraos), Anika (siempre al pie del cañón por esta causa), tuve la suerte de asistir a presentaciones estupendas y a un debate -del que hablo al final- que seguro levantará opiniones diversas.



Como ya sabeís que yo tengo cierto apetito por eso de decir estupideces, pero no soy de esas a las que les gusta enrollarse, iré directa a los libros presentados en la tarde -que es cuando yo estuve-.


Javier Márquez: Los rebeldes de Crow (Ed. Hidra)

Seguro que de los Rebeldes de Crow habéis oído hablar... en este blog no encontrareis su reseña, porque no lo he leído... y aún no tengo claro si en algún momento lo haré. Las criticas, hasta ahora, han sido confusas para mí.
Cierto es que el autor se desenvolvió bien en la presentación, con una gracia tal que casi me entran ganas de robar el libro que estaba en la muestra (la falta de fondos y el exceso de libros en mi mesilla de noche me impidieron valorar el comprarla).
En cualquier caso, el planteamiento de la novela (un mundo donde los valores negativos son los buenos, y viceversa... ej, la gente que está en la cárcel por ser piadosa) me puso alerta. También lo hizo el que el autor dijese que tenía mucha acción (que ya sabeis lo mucho que me va a mí).
El instinto me dice que la novela es buena, pero me da miedo eso de que no haya obtenido tan buenas críticas como esperaba.


Anabel Botella: Ángeles Desterrados (Ed. Nowe Volution)


¿Puedo decir algo de esta novela que no haya dicho ya, aquí mismo?
Pues sí: que la presentación fue estupenda, que Anabel tiene el desparpajo de una experta, y que teniendo a cada lado a Blue Jeans y a Daniel, cualquiera está con una sonrisa en la cara.





Antonio Martín Morales: El pacto de las cinco montañas (Pentalogía “La horda del diablo”) (Ed. Everest).

Esta fue la saga que más llamó mi atención durante la tarde. Ya sea porque estoy embebida en la lectura de Juego de Tronos y me apetece seguir con el género incluso en una versión más juvenil, o por eso de que prometía sangre, acción y amorrrr a cascoporro, estas obras han ido directas a mi wishlist.
¡Si alguien se ha leído la saga, le invito a que me de su opinión!
Aunque pronto, estoy segura, tendreis reseña en este blog.


Blue Jeans: Cállame con un beso (Ed. Everest)


Sí, no me he leído la trilogía. Sobre todo porque a mí lo realista me suele gustar menos que la fantasía, principalmente en juvenil. Esi sí, fue muy interesante cómo Blue Jeans y Nuria (responsable de comunicación de Everest) nos contaron la aparición de esta novela en la editorial; una obra y un autor desconocidos pero avalados por un importante movimiento fan en internet.
Blue Jeans, además, transmitió un mensaje muy esperanzador a todos los escritores a los que nos gustaría tener un hueco en el mundo editorial. Poner aquí lo que dijo literalmente no tiene sentido, pero podeis creerme, fue muy emotivo... o yo estaba muy emotiva. La conclusión, en cualquier caso, es la de siempre: no hay que rendirse nunca.


Y finalmente tuvo lugar una tertulia dirigida por Santiago García-Clairac en la que participaron también Antonio Martín Morales y Javier Ruescas titulada: “Los límites de la literatura juvenil”.
De límites, francamente, se habló poco, pero sí es cierto nos regodeamos en un tema que había salido a colación en casi todas las presentaciones:

¿Tienen que tener sexo las novelas juveniles?
Mi opinión la resumo citando a Elsa Aguiar, de una entrada en Editar en voz Alta:

Así que, para mí, la respuesta es clarísima: sí, los libros para jóvenes tienen que tener sexo, y muerte, y entrega y deseos, y amor, y política y cuestionamiento moral y posicionamiento político. No como reclamo facilón, pero, si tienen algo que ofrecer, incluso como reclamo facilón. Porque tienen que interesar, tienen que atraer, tienen que descubrir, mostrar, conmover, formar, mostrar modelos, actitudes, puntos de vista. Y para ello han de llegar a las manos del lector.

Alguien dijo que toda historia es una especie de vehículo de transporte: se crea para llevar a la audiencia de un punto A a un punto B. Pero para que tu audiencia se suba voluntariamente a ese vehículo, para que “compre” la historia y suspenda voluntariamente su incredulidad, debe sentirse concernida con lo que quieres contarles. Los mundos en los que nunca pasan cosas que pondrían incómodos a algunos padres (o prescriptores), o peor aún, en los que esas cosas pasan solo para que luego la mano invisible del autor castigue ejemplarmente a los infractores (todo consumo de sustancias acaba en muerte, toda práctica sexual acaba en embarazo, etc.) destruyen la suspensión de incredulidad y hacen que los lectores se bajen en la siguiente parada. Con la de sitios interesantes a los que podríamos llevarles.


El siguiente punto a tratar fue:

¿Se sigue considerando a la novela juvenil una literatura de segunda?

En este punto, el debate se dividió. Por un lado, unos se quejaron de que el problema es la poca presencia de la literatura juvenil en los medios. Otra facción opinaba que la literatura tiene poco que hacer en los medios de difusión dirigidos a los adultos.
Otros, que estaban en parte de acuerdo en parte en desacuerdo, nos recordaron la importancia de saber buscar otros medios para divulgar la literatura juvenil.
Mi conclusión es que sí, que mucha gente considera que la literatura juvenil no es una literatura seria. Pero se equivocan. En la LIJ hay calidad, talento y una importante fuente de ingresos, pues no debemos olvidar que ha sido el sector de la literatura que incluso ha crecido a pesar de la crisis.
Cuando yo digo a mis conocidos que escribo en general suelen flipar. Pero veo que cuando especifico el tipo de obras que escribo no suelen parecer tan impactados.
¿Requiere menos esfuerzo una obra juvenil de 400 páginas que una adulta de 500?
Si no lo sabes, esta te la respondo yo: NO.

Para cerrar el debate, este post y la tormenta de ideas, mencionar que Santiago dejó caer un asunto que yo -personalmente- opino que sí podrá constituir en un futuro un problema para la literatura juvenil: las novelas clónicas.
Y yo, que estoy en el sector, no digo que pase siemrpe, ni en todas las editoriales, ni sea la norma... pero mi diablillo subconsciente no puede evitar susurrarme que hay poca apuesta por novelas diferentes. Y lo que es peor, están empezando a crearse tabues en cuanto a obras de temática ya conocida que se atreven a plantear las cosas de manera diferente... algo que en la literatura adulta, no pasa.

Así que, queridos y queridas, id elaborando vuestra opinión en lo que respecta a estas cuestiones, que yo sé que todos soy amantes de la literatura juvenil y seguro que tenéis algo que decir.


Y para finalizar...


Todo mi agradecimiento para todas esas personas que hicieron posible el Tiramisú Entre Libros, por su fantástica labor en favor de la literatura juvenil y por la perfecta organización del evento.
Ah, y gracias también por el tiramisú :)



p.d. doy crédito por las fotos a las personas de cuyos facebooks las he mangado :P (Ruescas y Elena Martinez).

8 comentarios:

Josu dijo...

Joder, yo al final no pude ir -_- La verdad es que tuvo muy buena pinta, con todos esos autores y jugosas presentaciones :)

Sobre los debates... Creo que en las novelas juveniles, además de todo lo que has dicho, es importante que se incluya la realidad: la homosexualidad. ¿O acaso no existen los homosexuales? Parece ser que no, y si aparecen en las novelas juveniles son personajes secundarios. Me parece una discriminación, porque lo que se busca ahora es vender y no la calidad. Parece ser que lo transgresor está mal visto, y no estamos en el siglo XVIII. Exigo realidad. Además, es muy cierto eso de las novelas clónicas. Me parece penoso que los autores (y las editoriales) se dejen llevar por el boom; pero al fin y al cabo, es lo que tenemos, y bastante tenemos, así que no nos podemos quejar de esto. Porque de los booms salen novelas sucedáneas que son incluso mejores que las novelas que los inician. Véase el caso de Vampire Academy con Crepúsculo. La primera saga le da mil vueltas a la segunda, pero la que verdaderamente impulsó el género vampiro fue la segunda, con una calidad bastante discutible (y, por cierto, sin NINGUNA MENCIÓN a personajes homosexuales o temas como el alcohol o drogas, o al sexo "en abierto").

Sobre el otro debate, depende desde dónde se enfoque. Pero creo que, en líneas generales, la literatura juvenil está bastante mal vista por el público en general. Hay novelas demasiado buenas que, por estar catalogadas en juvenil, no trascienden a la generación adulta como deberían. No sé si me entiendes :)

En fin, que la LIJ debe de tener un hueco mayor del que tiene, aunque entre los jóvenes cada vez se amplía más, y eso es algo a tener en cuenta.

¡Tengo que hacerte una pregunta! A ver si te mando un mail o algo... ¡Un beso! =)

Anabel Botella dijo...

Una crónica muy buena y tus aportaciones me gustan mucho. Ahora la comparto :)

Dani91 dijo...

Estupendo estupendísimo mi Luciii!! Me encantó el finde, y te eché de menos el domingo también eeee, pero un sábado inigualable. Sin duda es genial que existan unas jornadas así, llenas de lit juvenil, sonrisas, amigos y debates interesantísimos, donde ya sabes que comparto tu opinión ^^.

Muy buena crónica =)!

Lucía Gayo dijo...

Gracias a los tres, me alegra de que os haya gustado este popurrí :)

Josu, no sabes lo de acuerdo que estoy contigo! Y me ha encantado que hayas nombrado en concreto a Vampire Academy, porque opino igual (lo que no quita que yo cuando leí Crepusculo me flipó). Pero hay que ver las cosas con perspectiva.

Creo que si la novela merece la pena, hay que arriesgarse aunque siga la misma temática... y también creo que si la novela trata un tema totalmente opuesto, también debería tener su oportunidad.
Aunque dicho sea de paso, creo que el vampirico ha sido de los únicos booms verdaderos. Ejemplo: ¿y la cantidad de novelas de fantasía épica que hay circulando? Y a nadie le resulta excesivo que las sigan publicando! Y en otra línea, las distopias, que ya tienen reina (LJDH) y nunca cansarán a los lectores si son diferentes!

Y sobre el tema de las novelas protagonizadas por homosexuales, yo también creo que hay parte de prejuicio. Pero también parte de que los editores creeran que los lectores en su mayoría no se sentirán identificados... tal vez solo sea cuestion de que llegue la novela adecuada sobre el tema que rompa todos estos esquemas :)

Un besote a todos!!

Josu dijo...

Como para no, Lucía, como para no :) A mí la saga Crepúsculo me pareció lo más de lo más cuando la leí, pero comparada con cualquier otra cosa es una gran bazofia de la literatura juvenil. Evidentemente, VA le da mil vueltas en todos los aspectos.

Sí, cierto. En este caso que comentas de arriesgarse pese a la misma temática se me viene a la cabeza la saga de Claudia Gray, Medianoche, ya que es más de lo mismo pero desde otro punto de vista. En mi opinión, con un buen resultado. Pero siempre hay novelas que son cutradas y copiapegas de otras, como Lazos de sangre (por lo que he podido leer, me baso en eso). Joder, ¡¡ni se me había ocurrido eso sobre la épica!! De hecho, creo que gracias a las sagas de Rothfuss y Martin, la fantasía épica está creciendo a pasos agigantados, y pese a que el ritmo de publicación no es tan masivo y rápido como el de las novelas juveniles, llega a mucha más gente y franja de edades. También está el género de la novela histórica, un género perenne que nunca dejará de sorprender. Y no, no creo que el único boom haya sido el de los vampiros. Hubo uno después de ángeles caídos y de lobos, de hecho, ambos géneros están siendo ahora mismo superexplotados por las editoriales, pero me parece que pueden dar mucho más de sí que las reinvenciones de pacotilla de los vampiros. ¡Distopía! Los Juegos del Hambre son la saga reina, como bien dices, aunque, personalmente, tanta distopía me está comenzando a cansar. Sí, son diferentes, pero las bases son todas iguales. No hay ninguna que aporte nada nuevo, siempre sociedades rectas y un futuro predeterminado con ligeras variantes: edad, amor, dolor...

Sí, lamentablemente, creo que el mundo es un lugar lleno de prejuicios. No hemos evolucionado lo suficiente como para que las editoriales se arriesguen con algo de temática homosexual, y las que se atreven con ella, son editoriales pequeñas, independientes y marginales. ¡Y no debería ser así! Espero que alguien consiga, como dices, romper todos los esquemas. Esto no puede seguir así -_-

¡Un beso!

P.D.: Este debate puede tener cuarenta comentarios entre uno y otro. Es taaaan interesante :)

Samira dijo...

qué lástima, no pude acudir ... me alegro de que lo pasárais chachi piruleta, a mí me encantaría haber podido asistir =)

Mara Oliver dijo...

Gracias por la entrada, Alice. Desde que traje una vida al mundo, mi mundo es otro (no en plan María Jiménez, en plan bebé travieso y supercariñoso), así que me pierdo todas estas cosas tan ricas... Me has puesto los dientes superlargos.

Josu, en cuanto a la homosexualidad, heterosexualidad y bisexualidad, a mi me gusta que los personajes muestren la pluralidad humana n todos los aspectos, no sólo sexual, raza, minusvalías y demás, pero no como estandarte sino como un rasgo más que el personaje requiere porque born this way (como dice la Gaga).
Por eso siempre me he preguntado por qué Dumbledore no dice que es homosexual en los libros, ¿por qué la Rowling sólo lo dijo en una entrevista? Era por poner un ejemplo inquietante ;)

Anónimo dijo...

Excelente crónica, espero algún día, no muy lejano pueda asistir a estos eventos, siempre se hacen en otras ciudades lejos de dónde vivo.

En cuanto a lo que dice Josu, tiene toda la razón, porque no se escribe mas sobre amores homosexuales? he leído muy poco, algún personaje como por ejemplo cazadores de sombras, Magnus y Alec, tambien dos padres gays como el caso de Lola and the boy next door, e incluso J.Ward dijo que iba hacer una narración sobre la situación amorosa de dos de sus personajes de la Hermandad de la Daga negra, no quiere hacer un libro porque dice que teme que la gente se ofenda! WTF? que porque alguno no les guste no significa que a otros (como yo) quiera leer sobre el amor entre dos hombre, en fin... que la sociedad tiene que madurar, mucho.