Una novela que te hace "sentir"

Ya no sé si es la gente la que me sorprende, la vida, la pasión por los libros o la locura en general. ¿Tanta fuerza tiene el corre-ve-y-dile, que es capaz de impulsar un libro para su publicación?

Pongámonos en antecedentes:

Además de en la memoria de mi ordenador, de vez en cuando, algunas de mis novelas pueden encontrarse en el taller de literatura JR. En este caso concreto, hablamos de una saga. El título del primer volumen es La Tormenta, y le siguen otros tres.

LT es una novela de fantasía, sin elfos ni varitas ni dragones, pero con “algo” sobrenatural. Es una novela de aventuras con mucho misterio y, como no podría ser de otro modo, un tinte romántico. Su protagonista es una chica de armas tomar llamada Alice Taylor.

La novela estuvo disponible en el taller hace un mes.

A mí me encanta el taller. Es una forma de ponerme en contacto con los lectores, recibir críticas constructivas y mejorar. También es una forma de vivir la historia de nuevo y empaparme de la emoción del que la lee.

Luego está el siguiente nivel.

Primero fue Neus, movida por sus inquietudes artísticas (y su pasión por el photoshop) que ideó una portada para el libro:

Luego encontré banners e himnos que aludían a personajes de la novela, como el que hizo otra lectora, Sira:

Y por último, en una iniciativa que me ha dejado con la boca abierta y el corazón en un puño, están los grupos de Facebook. Éste fue ideado, construido y alimentado por Sofía, Antonella y Ana:

Facebook de La Tormenta

¿No es alucinante? ¿No resulta irreal que alguien, en otra parte del mundo, se haya emocionado tanto con la obra que desee darla a conocer?

A mí sí me parece alucinante, irreal, y un montón de cosas más. Porque después de compartir charlas y debates con gente del mundillo, y ver lo difícil que está el asunto, estas cosas son para mí como una inyección de adrenalina.

Así que esta entrada tan rara es para agradecer a todos aquellos que confían en mí, en mi novela, y que tienen tantas ganas de verla publicada como yo. Porque me parece excepcional, no sólo que a alguien mi saga le haya hecho emocionarse, sino que gente en otras partes del mundo, los lectores, se muevan para ayudarme en este difícil camino.

Y con el permiso de su autora, pongo un comentario que han puesto recientemente en el post y que me llegó al alma:

De Gandía a Sueca. Huertos de naranjos, montañas, pequeños pueblos y arrozales. Arrozales sin arroz, pues la temporada del cultivo ya ha acabado. Murmullos, risas y lloros. Sí lloros, pues siempre hay algún niño travieso desafiando a sus padres.
El sonido del tren, sordo e ininterrumpido, como el extractor de una cocina, pero más grave. El traqueteo es importante, no puedes descuidarte a dejar el ordenador suelto sobre las piernas. La pantalla vibra sin cesar. No saltarse una línea es todo un logro. El sol de frente, para hacernos morenos y quedarnos medio ciegos con el brillo.
Pero de vez en cuando, si tenemos la suerte de encontrar una lectura sumergente, olvidamos todo. El ruido, el sol deslumbrante, el movimiento incesante, el bonito paisaje que transcurre como una filmación en la ventana, la gente y a ti mismo.
Te fusionas durante el trayecto con tu lectura y al acabar, alzas la vista, vuelves al mundo y no entiendes que ha pasado durante el lapso de tiempo. No puede ser que ya hayas llegado, o en este caso, no puede ser que ya hayas pasado Sueca. ¿Dónde has estado durante el camino? ¿Es que te has vuelto ciego y no has visto a las personas saliendo y entrando? ¿Es que te has vuelto sordo y no has oído las charlas, las risas, el motor del tren? ¿Es que te has vuelto tonto y no te has enterado de las cuatro estaciones en las que has hecho parada?
No, lo que ocurre es que no has estado en el tren, has estado en otro sitio.
Yo, esta tarde, de cinco a cinco y media he estado con Alice, luchando contra criaturas extrañas para salvar Ryver y Zaon.

Muchas gracias a todos por vuestro apoyo incondicional.
Muchas gracias porque aun sin conocerme, hayais decidido darle un empujón a LT