martes, 21 de junio de 2011

Reseña + Crónica: El Atlas Esmeralda

Si esto no es traer algo recién salido del horno, yo ya me jubilo.

Después de terminar el libro la semana pasada y hoy conocer a su genialísimo-gracioso-cercano autor, os traigo una entrada doble para desmantelar la última novedad infantil-juvenil de Montena:

El Atlas Esmeralda, de John Stephens

SINOPSIS:

Tres niños
Dos mundos
Una profecía

Kate es la mayor y más responsable. A sus 14 años es la única que recuerda a sus padres, especialmente las últimas palabras de su madre pidiéndole que cuidará de sus hermanos.
Michael es el empollón y despistado de la familia. Ha perdido más veces las gafas de las que pueda imaginar, aunque a veces el problema es que ni se acuerda de que las lleva puestas. Libro que encuentra, libro que devora, especialmente si habla de sus queridos elfos.
Emma, con solo 11 años, es pura dinamita. Decidida y directa, dice siempre lo que piensa, sin importarle las consecuencias. Suya es la frase: "Si quieres que te respeten, pelea".

Juntos descubrirán que:
La magia existe (Michael ya lo sabía)
Hay libros muy, pero que muy peligrosos
Les guste o no les guste, deben salvar al mundo

CRÍTICA:

El libro lo comparan con Harry Potter, pero no estoy de acuerdo (y no porque las comparaciones sean odiosas ni otro argumento similar) sino porque simple y llanamente, no tratan de lo mismo.

La historia del Atlas Esmeralda es muy original, mezcla de realidad y fantasía, con un tono humorístico subliminal que hace que la lectura sea muy ligera. Diría que tira más hacia la fantasía de Narnia (pero, curiosamente, las partes que no transcurren en Narnia). Es decir, es una novela que nos habla de la historia de tres hermanos, que en su busca de un hogar de acogida –y de sus desaparecidos padres- van a parar con un lugar mágico, un lugar que tiene sus propias criaturas y leyendas, y del que forman parte sin saberlo.

El argumento se complica a medida que avanza la historia, hasta alcanzar el límite con un espectacular final. Creo que al autor ha logrado plasmar todo lo que una buena y compleja historia de aventuras tiene que contener, pero sin olvidar que es infantil. Así que vemos mucha mucha acción –lo cual a mí me parece estupendo- pero es tierna al mismo tiempo.

Los personajes están sin duda clavados, hay alguna que otra sorpresa y los diálogos son de sobresaliente (algo esperable, ya que el autor es guionista). Así que, como veis, tiene muchos ingredientes para cumplir con las expectativas del lector.

Si a alguno de vosotros le gusta hincarle el diente a libros que tiran más hacia lo infantil-juvenil de vez en cuando, esta es una buena obra y no deberías perdérosla.

Y ahora pasamos a la crónica con el autor, a la que he asistido con Dani, y he conocido a algunos blogueros (Leo,luego existo, Un hacedor en el Desierto...)




CRÓNICA:

Porque así soy yo –como Juan Palomo, yo me lo guiso, yo me lo como- he hecho un parón en la recta FINAL de mis exámenes FINALES para acercarme a conocer a este fantástico autor. Ha sido una ¿presentación? ¿reunión? No, más bien una charla entre amigos en la que el autor se ha mostrado como es: un cachondo.

Un tipo ingenioso dónde los haya.

John Stephens no es un autor americano cualquiera, no, él es uno de los guionistas y productores de Las Chicas Gilmore, The O.C y Gossip Girl (por regla aristotélica, alguna de estas tres os gusta, seguro). Es un entendido de la literatura clásica, del manga, de las películas de animación, del cine asiático. Es un caballero hollywoodiense con carisma, sin miedo a criticar lo que no le gusta y a alabar lo que adora (como a Patrick Rothfuss o a Hemingway).

Nos cuenta que siempre quiso ser novelista, primero como Dickens, luego como autor más serio y circunspecto. Pero un buen día descubrió que hay gente que escribe diálogos para la televisión ¡y que cobra por ello! John decidió empaquetar sus cosas y largarse a Los Ángeles...

¿y quién no ha deseado hacer eso alguna vez?

El tiempo, la madurez y el saber que en las series de televisión todo esta “programado” le hizo recordar el ansía por crear algo nuevo. Así que un día –mano a mano mientras trabajaba como guionista- empezó a escribir esta trilogía.

Muy influenciado por Tolkien y C. S. Lewis, John quiso crear una novela infantil para ser leída y soñada por las mentes más juveniles. Rescatar del baúl a Phillip Pullman (autor de La Materia Oscura) le hizo dar el salto definitivo.

Su obra es ambiciosa. Escribe con calma (bajo un sistema que no so voy a poner pero me parece complicadísimo, consistente en escribir escenas aleatorias y luego completar lo de alrededor) y buena letra.

Dice que no sabe narrar sin humor, y que nunca renunciará a mostrar un lado oscuro, más peligroso, incluso en la literatura infantil. Cuando habla de su novela se le llenan los ojos de orgullo, y nos relata cada mínima anécdota sobre sus personajes (Michael, por cierto, le refleja a él mismo). Y aunque está muy comprometido con su fantasía, dice que en un futuro le gustaría probar con la juvenil-adulta realista (pero pistas no da, aunque reconoce que huirá de lo relativo al mundo de Gossip Girl).

Sobre el panorama actual se pone polémico: dice que el primer libro de los Juegos del Hambre le apasionó, pero que los otros dos fueron una decepción (aquí es cuando casi me da un paro cardiaco). Dice que su película favorita de Harry Potter es la tercera, pero que en cualquier caso es una saga que cambió su vida para siempre. También se atreve a reconocer que aunque adora la serie de Juego de Tronos, no ha leído los libros.

Nos habla sobre libros, pide nuestra opinión y se deja aconsejar (motivo por el cual me dieron ganas de invitarle a unas cañas).

El autor del Atlas Esmeralda, además, nos da un consejo a los escritores:

Descubre qué clase de escritor eres y escribe en consecuencia. Si sabes cuáles son tus habilidades (en cuanto a género, estilo narrativo), aprovéchalas. A él le costó mucho comprender que no quería ser un escritor serio y comprometido, sino alguien más soñador.

John dice que ahora se queda con la literatura. Que aunque escribir guiones es entretenido y dinámico, prefiere que todo el poder creativo caiga en sus manos. No quiere cosas superficiales, sino historias que cambien la vida de la gente.

Yo, por mi parte, me quedo con que nunca había conocido a un autor con tanto carisma y simpatía. Si alguna vez tenéis la oportunidad de conocerle, no dudéis: no sólo es un escritor con talento, sino también un tipo cercano y con corazón.

Y para finalizar, una quote, su favorita, de Phillip Pullman:

“Write like a bee, read like a Butterfly”

Escribe como una abeja, lee como una mariposa

3 comentarios:

Anabel Botella dijo...

Es la segunda entrada que leo hoy sobre este autor. Cada vez tengo más ganas de leer esta novela. Una buena crónica. A mí también me hubiera dado un paro si me dice que las dos siguientes entregas de Los juegos del hambre le decepcionaron.

Dani91 dijo...

Me ha encantado la crónicaaa! jaja, tambien la reseña claro. Yo me tengo que poner con anmbas. Puees el autor como dices simpatiquísimo, ha sido una buena mañana Lucii, asique habrá merecido la pena dejar los estudios durante un ratito. Ya llevo un poco del libro y me está gustado, aunque como dices si que es más infantil, pero no me suele importar si el libro está bien bien. Veremos a ver como avanza!

Shorby dijo...

Me ha gustado mucho tu entrada, realmente me has dado ganillas de leer el libro jejejej

Besotes