martes, 2 de noviembre de 2010

¡Pánico, cliché a bordo!


¡Al fin! Echaba de menos una actualización de clichés hecha para las mentes más esquizoparanoides, hoy además con temática especial.

TT (Típicos Tópicos) en los que seguro habréis reparado, pero a los que nadie se atreve a poner remedio. Porque sí, nos hemos rendido a no pasar de los dieciocho y a no superar los madrugones. Porque sí, a menos que seas Katniss Everdeen y te vayas al Capitolio, un cuarto de tu vida la pasarás aquí y en ninguna otra parte:

¡Rebelión en las Aulas de la literatura!

Cliché: frase, expresión, acción o idea que ha sido usada en exceso, hasta el punto en que pierde la fuerza o novedad pretendida.

Literariamente --- trampa mortal en la que los escritores quedan atrapados, uno detrás de otro, y que consiste en caer en lo obvio.


Cliché 1: Nuevo alumno, el pan de cada día

Reflexionemos un momento. Pero de verdad. En todo vuestro periodo escolar, ¿cuántos nuevos alumnos –o alumnas- llegaron a vuestra clase?

En mi caso, creo que sólo uno. Y no os vayáis a creer, un tipo normalito. Nada de ese “chico misterioso y condenadamente atractivo que tiene un origen incierto y que será una pieza clave en mi futuro amoroso”. Tampoco hubo un “joven de facciones exóticas con tendencia a mirarme mal pero que luego me salvo de un ataque demoniaco”.

¡Qué facilidad tiene la gente para dejar todo atrás y comenzar una nueva vida! Cualquiera diría que abren el periódico y leen “sección de institutos súper guays que admiten nuevos alumnos sin papeleo burocrático. Presentarse el primer día de curso y esperen admiración absoluta por el resto de alumnos”.

En fin, que ya se sabe: o te mueves, o te pudres. Si queréis que os pase algo guay en la vida, cambiaos de instituto (supongo que también aplicable a la universidad y al trabajo). ¡Os dará el argumento y el marco espacial perfecto para una nueva novela!



Cliché 2: A mitad de curso, porque yo lo valgo

Vale que seas nuevo en el colegio, a todos nos puede pasar. Pero ¿desde cuándo es tan fácil ingresar a mitad de curso? Si no argumentas abducción extraterrestre, enfermedad grave y postración, o viaje a un universo paralelo ¿qué excusa es válida para empezar el colegio a mitad de curso como quien se apunta a un puñetero gimnasio?

Está claro, llegar a mitad de curso te da un status per se; si lo haces, vas a levantar sospechas, es como tener un certificado de pedigree. Tooodas las miradas estarán dirigidas a ti, porque a)eres el potencial amante de una de esas chicas insustanciales que te miran por los pasillos, o b)serás la chica marginada y rara que todo el mundo evitará.

… O c)lograrás aquello que ningún alumno, por muy veterano que sea, ha logrado antes. Por ejemplo, atraer la atención de un misterioso vampiro.

Y lo mejor de todo es que por muy apurado que esté el protagonista, nunca, bajo ningún concepto, repetirá curso. Eso está totalmente fuera de onda.



Cliché 3: El elixir del aprobado: no hace falta estudiar

Cuando estaba en la E.S.O., mi madre fue a una reunión del colegio y volvió a casa diciéndome que los profesores habían asegurado que a nuestra edad teníamos que estudiar tres horas diarias.

Para que lo sepa mi madre, no estudio tres horas seguidas ni en Medicina.

Y para el resto del mundo--> ni tanto, ni tan poco.

¿Cómo es posible que los personajes aprueben algo sin una sola escena en la que hayan estudiado? ¿Cómo diantres van a aprobar si lo único que han hecho es holgazanear y suspirar detrás del “nuevo alumno misterioso”? ¿Por qué, oh Dios mío, en los Estados Unidos sólo os mandan trabajos súper divertidos en parejas, jugando con tubos de ensayo? ¿Cómo es posible que acabéis los trabajos dentro del plazo si empleáis las horas de clase en flirtear con vuestro compañero?

¡¿De dónde has sacado tiempo para ponerte al día si has llegado a mitad de curso?!

No me atrevo a juzgar el coeficiente intelectual de los protagonistas de las novelas, pero a juzgar por el provecho que le sacan a las horas escolares, debe ser similar al de Bugs Bunny.



Cliché 4: De profesión, profesor

Por norma general, la preocupación del profesorado por detallitos como la obediencia y el silencio es bastante escasa. ¿Cuándo sino habéis visto un profesor que mande callar a una pareja que cuchichea?

Es probable que el profe de turno nos sea presentado con un muy formal Mr. Smith (o mejor aún, con un apellido hispano), pero más allá de enunciar los deberes, Mr Smith no dice ni pío. La figura del profesor –como a veces pasa con la familia fantasma, que existe pero que apenas sale- no interesa mucho.

Imagino que Mr Smith se sienta en su mesa y saca un sudoku, y mientras la vida y el hilo argumental pasan por delante, él sólo… resuelve el crucigrama.

En ocasiones especiales, no obstante, Mr Smith sí que tiene que decir algo, y ese algo probablemente sea un monólogo poco elaborado en el que le pide al prota que se comporte. Con suerte le castigará, que eso se lleva mucho. Tal vez incluso Mr Smith tenga una frase de colegas, para que veamos que el profesorado de la literatura se preocupa por sus alumnos.

Pero lo que le pasa a Mr Smith, es que por mucho que quiera implicarse en su papel, al final sólo hará una cosa de provecho: aprobar. Porque es de conocimiento general que los profesores en la literatura, nunca suspenden.

En general, las horas de colegio pasan rápido en la literatura. Siempre se dan los mismos temas –guerra mundial, revolución francesa y poco más-, nadie necesita tomar apuntes en clase, nadie muestra sueño a pesar del madrugón, y todos viven con la paz de poder hacer pellas cuando lo deseen. Porque al final, insisto, todos aprueban.

Y sí… Oh sí, en esta hoguera se han quemado muchos libros, libros que por mis ataduras morales, no nombraré. Pero sí, eso sí, promulgaré el título de la excepción, esa escuela auténticamente organizada, en la que hay que estudiar, aprobar y hacer deberes; ésa en la que no puedes meterte así como así, y mucho menos a mitad de curso:

Hogwarts

Escuela de Magia y Hechicería


4 comentarios:

Sof dijo...

amén
muero por ver cómo se llevan una materia a examen, malditos bastardos (?)
nah, en serio, yo entré a un liceo nuevo este año, y más que hacer varios amigos nuevos, nada raro :_
entró una chica a mitad casi final del año, por intercambio, y nadie sospechó nada :_
y ojalá pudiera jugar con tubitos de ensayo!
en fin, aguante hogwarts carajo mierda (?

besitos, me encanta esta sección :P

Noelia Amarillo dijo...

Jua!! me encanta esta entrada!!! amen a todo lo dicho!!

Lucía Gayo dijo...

gracias a las dos!!!
no estaba muy inspirada en cuanto a las coñas, pero todo lo dicho es cierto :P

la cosa surgió cuando lei la sinopsis de Firelight, un libro que pinta muy bien sobre una dragona... que es exiliada a un instituto humano ¬¬
en fin, que todos a lo mismo XD

besos!!

Anónimo dijo...

jajajaja!!!

me ha encantado :D