lunes, 7 de junio de 2010

Va de reseñas: Eón

En la basta temática de la literatura fantástica hay varios elementos que en ningún caso serían mis favoritos; empezando por las hadas -y todo tipos de seres feericos- y terminando por los dragones. Y no es que tenga nada especial en contra de tan curiosos seres. Es, sencillamente, que no veo originalidad.
Sin embargo, y sin ser una posesa de la cultura asiática ni seguir los principios de feng-shui en el caos de mi habitación, cuando me presentan una novela que sostiene sus dragones en la mitología china/japonesa, me desquito de mis falsos prejuicios.
Este libro me lo regaló un amigo de JR, afirmando que a él no le había gustado. Tan claras fueron sus premisas que cuando lo cogí pensé "¿morderá?". Pero no, no mordía, y esta obra es una prueba más de que para gustos literarios, los colores. Os presento:
EÓN, de Alison Goodman


Sinopsis (medio oficial, medio mía):

Nadie sabe cómo alcanzaron los primeros Ojos de Dragón su peligroso acuerdo con los doce dragones de la energía y de la buena suerte, encargados de la protección de la tierra. Cada uno de los doce Ojos de Dragón gracias a ese pacto alcanza un inmenso poder que le permite desplazar monzones, desviar ríos y detener terremotos.

Una vez al año doce muchachos se enfrentan en una dura competición de la que surgirá un nuevo aprendiz de Ojo de Dragón.

Eón lleva años preparándose para ese momento.

Sin embargo, cuando Eón consigue serlo- de una forma de lo más inesperada-, descubrirá que se ha convertido en el centro de una peligrosa trama de traiciones y luchas de poder.

El destino de todo el Imperio, incluyendo todas las personas a las que ama, está ahora en sus manos. Las manos de un tullido con extraños poderes y un secreto muy muy peligrosos que ocultar.

Puntos a favor:

- Ambientación: Aunque todo el universo creado por Alison es ficticio, sus pilares son –dicho por ella misma- la cultura China y la Japonesa. Y queda claro desde la primera hoja, hasta la última, con unas hermosas pero no cargantes descripciones, y una basta cultura llena de interesantes aspectos místicos.

- La trama: a mí me ha resultado muy buena, perfectamente sustentada. Es un libro con argumento de verdad, con presentación, nudo y desenlace, y un montón de conflictos de por medio. Me ha gustado el poder meterme en la historia e ir viviéndola, sin tener la impresión de leer momentos “de relleno” o insustanciales. Todo está perfectamente cuadrado y medido. Siempre está sucediendo algo.

- Los personajes: porque están muy bien planteados, teniendo en cuenta la cultura arcaica –y terriblemente machista- en la que se hallan. Eón… no tengo palabras (por lo menos sin desvelar nada!) pero es un protagonista contundente, con conflictos lógicos que intenta resolver a toda costa. Me gusta su dureza, a pesar del maltrato que sufre por ser cojo, y que sea con el tiempo que el lector se de cuenta de lo que le hace sufrir tal situación.

- La acción: hay grandes batallas, o simples peleillas por el poder, que están perfectamente narradas. En general, el estilo intenso se mantiene a lo largo de toda la novela.

- El hecho de que me haya recordado a una peli de Disney –cuyo nombre no diré pero que es fácil de deducir- a la que tengo bastante cariño :)

Puntos en contra:

Aparte del hecho de que una pizca de amor le habría venido de perlas, sólo tengo una crítica negativa: E-RRO-RES OR-TO-TI-PO-GRÁ-FI-COS.

Y veréis, ninguna novela suele ser perfecta en este aspecto. La gran mayoría de las veces no es culpa del autor, ni del traductor, ni del editor, ni del corrector, ni de la maldita maquina que imprimió el libro.

Pero en este caso, alguien la ha pifiado, pero mucho. Y no me refiero a cosas tan dolorosas visualmente como comVate, o Baso o draJón. No. Me refiero a los errores que pueblan los diálogos.

Y no soy una persona en absoluto quisquillosa, lo juro ante todos los Dragones, pero después del decimonoveno diálogo en el que me pierdo por la falta de colocación –o colocación errónea- de guiones, me dan ganas de gritar.

Decenas de veces no he sabido si lo escrito era algo que decían los personajes, algo que pensaba Eón, algo que se contestaban… Mal, mal. Suspenso en gramática.


Peeeerrrroooo… eso es una tontería. Eón es una obra magnifica que me he leído en un suspiro. Si eres de ésos que echan pestes de este tipo de fantasía oriental, no tiene sentido que lo leas. Pero para el grueso restante, que la amáis, os gusta u os es indiferente, yo no lo dejaría pasar.

Eón se merece un puesto prioritario en el ranking de novelas juveniles de acción, misterio y fantasía oriental. Está lleno de aventuras e intriga, y a mí me ha enganchado lo suficiente como para morir (en sentido figurado) por la continuación.



2 comentarios:

Anabel Botella dijo...

A mí sí que me gustan las novelas de este tipo. No es la única novela con errores ortográficos.

Venus dijo...

Me gustó tu reseña Alice...

..y la conclusión para mi es que no lo pienso leer.

Y no por los errores. No me llaman la atención los dragones... sobretodo si no hay historia de amor por en medio...

bsos^^ y suerte cn los exams ;)